sábado, 11 de septiembre de 2021

Despedida a un amigo. Maldita pandemia. Maldita DEPRESIÓN

Ese día fue un día que quisiéramos que no hubiera ocurrido. Ese día perdimos a una persona excelente. Una persona que fue víctima de su propia integridad, de la honestidad mal entendida que le llevó a enfermar y esta enfermedad a acabar con su vida.

No pudo perdonarse por la culpa programada durante toda una vida en su cerebro y esta maldita culpa obró el resto. Los pensamientos fruto de esta culpa le producían dolor, un dolor tan insoportable que no encontró otra puerta de salida para deshacerse de él que ponerle fin a su vida, a su dolor.

Nadie del entorno le reprochó nada, pero esto no bastó, ni impidió que él mismo se lo reprochara todo y esta obsesión le condujo a la muerte. Una víctima más de los efectos de la pandemia; aunque de una pandemia permanente en nuestra sociedad que hace que enfermemos, que hagamos daño y nos hagamos daño. No la provoca un virus de la naturaleza, este virus es cultural y social. Tiene que ver con determinados principios, determinadas expectativas, determinadas exigencias que nos llevan a creer que somos valiosos por lo que conseguimos a nivel material, por lo que ganamos o perdemos, por lo que entendemos que es nuestro rol ineludible y si no llegamos, sufrimos. Nadie nos enseñó a querernos por lo que SOMOS, solo por SER.

Tú tenías mucho valor por tu SER y no fuiste capaz, no fuimos capaces de que lo creyeras. Eras un SER valioso al que la enfermedad de este tiempo le provocó una ceguera mental y un sufrimiento infinito que solo pudiste parar dejando de pensar, dejando de estar.

Nos va a costar muchísimo dejar de tenerte, de hablarte, de discutirte, de verte, pero que a nadie se le ocurra ponerte ninguna etiqueta. Son estas etiquetas las que nos matan. Nos quedamos con la esencia de tu SER, tu inmenso valor y valía como persona y que la DEPRESIÓN no te dejó ver. ¡Cuánto daño nos hace la auto exigencia, las expectativas e ideas de esta cultura que asimila VALOR a POSESIÓN, que igualan el SER con el TENER! Roles que nos creemos y nos hacen sufrir y hacen sufrir a las personas que están a nuestro lado.

Espero que tu marcha nos ayude a entender que todas y todos somos VALIOSOS Y VALIOSAS, tengamos algo o no, trabajemos o no, consigamos éxito o fracasemos.

Para mí eras VALIOSO. Lo serás por siempre. Te mató la enfermedad, te mató el virus de la culpa. Te mató el no haber aprendido a quererte más allá de todo lo que nos han metido en la cabeza, el no haber aprendido a pedir ayuda. La enfermedad te lo impidió y no fuimos capaces de transmitirte todo lo que te queríamos y necesitábamos.

Aprenderemos a querernos gracias a ti. Tu esencia siempre nos acompañará. Ahora será difícil aceptarlo durante un tiempo debido a la rabia y la impotencia que sentimos. Tendremos que entender que esta enfermedad es la que  mata. El cáncer de nuestro tiempo, la DEPRESIÓN.

Te queremos, os quiero. Conjuguemos en primera persona, ME QUIERO. Tú nos vas a ayudar a tenerlo presente.

Adiós amigo